Solo disfruta.

lunes, 8 de abril de 2013

Realidad.


¿Qué fuerza nos empuja a cometer errores que ya hemos cometido anteriormente?
Parece que nuestro cerebro no se ha dado cuenta de haber fallado y se permite volver a intentarlo con la esperanza de obtener un mejor resultado.
Y por eso el hombre es el único animal que tropieza dos, tres, cuatro o mil veces con la misma piedra. Porque a veces el golpe que nos espera merece la pena por la adrenalina que se produce justo antes de haber tropezado.
Una vez que hemos errado, nos autoconvencemos de que no volverá a ocurrirnos nada semejante. Pero no siempre somos capaces de guiarnos por la razón, y el corazón interviene en algún momento de flaqueza.
Y así es como finalmente, acabamos aprendiendo de nuestros errores. Así es como poco a poco, herida tras herida, cicatriz tras cicatriz, conseguimos dejar de caernos. Conseguimos no volver a meter el dedo en la herida para que ésta no escueza, sino que la tapamos y dejamos que el tiempo sea quien la cure.
Pero es que por mucho que nos duelan, son las heridas las que demuestran que estamos vivos.



Sandra