Solo disfruta.

jueves, 25 de julio de 2013

Galicia está de luto.

Tengo esta tragedia tan metida en la cabeza que no he podido escribir sobre otra cosa.

Sé que es cierto, que los que no tenemos familiares o amigos implicados en ello no podemos sentir ese sufrimiento insoportable que debe sentir toda esa gente. Que gracias a un pasatiempo o a otro, podemos desconectar de todo esto.
Pero se me parte el alma cada vez que veo las imágenes de lo sucedido. Cada vez que mínimamente me pongo en la piel de todos los afectados. Y sobre todo cuando me doy cuenta de lo frágiles que somos, de lo fugaz que puede ser la vida.

Pienso en la gente que ha logrado sobrevivir, esa gente debe de sentir que ha renacido. Que su vida vuelve a comenzar… Verte tan cerca de la muerte tiene que hacerte reflexionar de una manera bestial. Pero también pienso en el daño psicológico que todo ello puede haberles causado. Eso no se elimina con una operación o una cura. Eso es algo que queda dentro, tatuado en el alma.

Pienso en toda la gente que ha muerto, en todas las cosas que les quedaban por hacer, por vivir. En todas sus ilusiones, las metas que conseguir. En las pequeñas cosas, en los sitios que aún no habían visitado, los libros que no habían leído, los abrazos que no habían dado, las conversaciones que habían dejado a medias, todas y cada una de las cosas más cotidianas que ya nunca más podrán realizar.

Y sobre todo pienso en toda la gente que estaba tan vinculada a ellos, ya sean familiares, amigos, novios...Eso sí que tiene que ser insoportable. La incertidumbre, la falta de información, las horas de espera, el no tener hambre, el no tener ganas de nada, solo de saber que les ha pasado a esos seres tan queridos.

Lo único que mi mente no es capaz de imaginar es ese momento en el que les comunican que esa persona ha fallecido. Creo que eso no se puede describir, y muchos menos yo, que nunca lo he vivido.

Desde aquí mando muchísimo ánimo a todas esas personas que se han visto afectadas. Se ha demostrado que Galicia es fuerte y está unida y esto es algo que nos marcará siempre. Me siento muy orgullosa de ello, y sobre todo, me siento más gallega que nunca.


Sandra.

viernes, 19 de julio de 2013

Mirar atrás es de cobardes.

Parece que el mundo vive con prisa. Que 24 horas no son suficientes al día. Que necesitamos un aumento, pero un aumento de tiempo.


Tiempo, como la arena. Arena que intentas sostener entre tus manos pero no hace más que escurrirse a toda velocidad.


El tiempo no va a esperarte y mucho menos va a volver a recogerte.


El tiempo es ese algo que aunque nos pese, no podemos controlar. Podemos intentar administrarlo, pero no podemos controlar su ida. Su fuga. No va a volver. O eso me han dicho.


A veces da miedo lo rápido que podemos sentir que pasa, y otras agobia lo lentos que desaparecen los segundos en el reloj.

Lo si que está claro, es que más rápido o más lentoun día más es un día menos.






SANDRA