Solo disfruta.

miércoles, 10 de junio de 2015

Princesas y soldados.

No somos tan valientes como admitimos, ni tan cobardes como realmente pensamos.

Consentir que una persona entre en nuestra vida, como un terremoto que arrasa con todo, no es fácil. Más si otros tsunamis, volcanes y demás fenómenos han dejado nuestro "yo" más descolocado que el pelo despues de un buen revolcón.

Y cuesta, cuesta permitir esa emboscada a sabiendas de que podría llegar a salir mal. Confíar, Romper ese pequeño caparazón que no cualquier persona hace que desaparezca.
Claro que el hecho de arriesgarse no garantiza que vaya a salir bien. Ni tampoco lo garantiza el no hacerlo.

No podemos tenerlo todo bajo control porque las cosas no suelen salir como esperamos.

Y si, puede salir mal.

Y ese miedo es el que hace que dejemos ir, pensando que es más importante proteger "el fuerte" que luchar por ese alguien que podría haber sido el mejor soldado en nuestra guerra.




Sandra
.

1 comentario:

  1. Muy buenas líneas. Me siento demsiado identificado con el dichoso significado que bien ocultas tras un fuerte y una guerra. Pero también me gustaría decirte que como has dejado escrito, no podemos tenerlo todo bajo control, porque se nos puede hacer bola. Es complicado, pero creo que es tiempo de arriesgar un poco. Corramos el riesgo de dejar entrar a un/a último cataclismo en nuestro fuerte. Opinión sincera.

    De nuevo, qué bien encontrar este rincón. Me tendrás por aquí más a menudo.
    Buen trabajo, a seguir!

    Te invito a mi fuerte,

    http://palosdeciegodbd.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar